El centro de rapaces amenazadas CERM se encuentra en la Toscana meridional, en la provincia de Grosseto, y es la estructura que acoge al mayor número de alimoches en cautividad del mundo. Se trata, en su mayoría, de ejemplares irrecuperables (porque ya no están adaptados a la vida salvaje) pero muy preciados por su utilidad para obtener alimoches jóvenes y liberarlos en la naturaleza. En los 18 jaulones disponibles en el CERM también se acoge a ejemplares nacidos en cautividad y destinados a la reproducción ex situ o a la liberación en años futuros.

El Centro fue construido por la Unione dei Comuni Montani Amiata Grossetana gracias a un proyecto LIFE Natura y fue el núcleo de un programa de reintroducción del milano real (Milvus milvus) que permitió al asentamiento en la Toscana meridional de una neopoblación de la especie, que se había extinguido en esa región en los años 60 del siglo XX (LIFE08 NAT/IT/000332 Save the Flyers).

El CERM es gestionado por la homónima asociación del centro de rapaces amenazadas CERM, cuyos socios se encargan desde hace años de la reproducción en cautividad del alimoche y gestionan operaciones de liberación de los ejemplares jóvenes nacidos en el CERM y de otros nacidos en otras estructuras europeas (más información disponible sobre las actividades del CERM en la web www.capovaccaio.it).
Desgraciadamente, la reproducción en cautividad del alimoche resulta extremadamente compleja y dificultosa y, a pesar de disponer de alrededor de 120 ejemplares repartidos en 42 instalaciones europeas, se obtienen menos de 20 pollos al año.
En el CERM han nacido 42 alimoches hasta el año 2017 y la productividad del centro ha aumentado significativamente en los últimos años, registrando el nacimiento de cinco pollos en 2016 y seis en 2017.

El periodo reproductivo del alimoche comienza en el mes de febrero con el cortejo de las parejas. La puesta de los huevos tiene lugar a partir de los primeros días de abril y le sigue un periodo de incubación de42 días. Gracias al sistema de videovigilancia de los jaulones, el periodo reproductivo se monitoriza constantemente para comprobar la armonía entre la pareja y las fases de apareamiento, puesta, incubación, eclosión y cría.
Cuando es posible, se deja a las parejas incubar los huevos y criar la descendencia de forma autónoma, pero en ocasiones surgen problemas que hacen recurrir a la incubación artificial (parejas inexpertas, problemas de relación en la pareja, comportamiento anómalo de las hembras, etc.).
Siempre que es posible, los pollos nacidos tras incubación artificial son confiados lo antes posible al cuidado de sus progenitores, de otras parejas o de un progenitor adoptivo único. En el caso de que esto no sea posible, en los días inmediatamente posteriores a la eclosión se adoptan medidas especiales para evitar la «huella» del hombre.

Hasta 2017, la asociación CERM ha gestionado la liberación de 23 alimoches nacidos en cautividad. De ellos, 16 habían nacido en el CERM, dos procedían de un decomiso de huevos robados realizado por el Cuerpo Forestal del Estado, dos habían nacido en el parque zoológico de Jerez de la Frontera (España) y tres en los parques zoológicos de Zlín y Praga (República Checa). Estos ejemplares fueron liberados en su mayor parte en Apulia y, en menor número, en Toscana, Basilicata, Calabria y Sicilia.
Salvo una única excepción, las complejas operaciones de liberación se realizaron utilizando el método hacking, que simula en la mayor medida posible las condiciones naturales para el primer vuelo: los jóvenes, a la edad aproximada de 80 días son ubicados dentro de una cavidad rocosa o en una gran caja-nido situada en una posición panorámica. Las cavidades, cajas-nido o jaulones están debidamente equipadas para acoger a los jóvenes, para poder alimentarlos y para monitorizar su comportamiento con un sistema de videocontrol.

Cada ejemplar liberado ha sido equipado con anillas de identificación y un sistema de radio VHF en la cola para poder seguir sus desplazamientos en un radio corto. Algunos de los ejemplares también se han equipado con radio satélite GPS o con registradores de datos GPS/GSM para poder monitorizar sus desplazamientos en un radio amplio, incluida la migración, durante algunos años.
Tras un periodo de ambientación in situ que se prolonga durante alrededor de 5 días, se retira la red que cierra la cavidad o el jaulón y los animales son libres para alzar el vuelo. Esto suele suceder al final del verano y, después de un tiempo, los jóvenes comienzan la peligrosa migración hacia el África subsahariana, su zona de hibernación y residencia durante alrededor de dos o tres años.
En 2017, la asociación CERM adoptó un sistema distinto, que consistió en la liberación en Basilicata de dos ejemplares de un año de edad tras un periodo de ambientación de alrededor de un mes en pajarera.

Numerosas entidades y asociaciones han contribuido a llevar a cabo estas liberaciones. La operación de liberación realizada en 2017 contó con el respaldo de Federparchi-Europarc Italia y con el patrocinio de Co.Ge.Di. spa (la empresa distribuidora de las conocidas bebidas Uliveto y Rocchetta) y contó con la colaboración del Centro Studi Appennino Lucano Onlus, el Centro Studi Naturalistici Nyctalus Onlus y la asociación Ardea y Technosmart Europe srl. Con anterioridad, las liberaciones se realizaban gracias al respaldo de la LIPU, la Región de Apulia, el Ayuntamiento de Laterza (Tarento) y la asociación Storcal.
Desde hace años, colaboran con el CERM para las operaciones de liberación y monitorización la VCF Vulture Conservation Foundation y el EEP European Endangered Species Programme de EAZA (European Association of Zoos and Aquaria), coordinado por Antonin Vaidl del zoo de Praga.

Gracias a los dispositivos GPS, ha sido posible seguir paso a paso los movimientos de algunos de los jóvenes liberados. Algunos jóvenes murieron durante la migración, especialmente al atravesar el mar Mediterráneo para llegar a las costas africanas. Otros, por el contrario, llegaron al África subsahariana. Entre ellos se encontraba Arianna, liberada en Apulia en 2006 y que, tras permanecer durante cuatro años en Mali, con incursiones en Níger, Mauritania, Argelia y Túnez, fue localizada y fotografiada en el verano de 2010 en Italia, a pocos kilómetros de la zona de liberación. También llegaron a las zonas de hibernación Sara y Tobia, liberados en 2015 en Apulia y Calabria respectivamente, y Apollo, nacido en el CERM en 2016 y liberado en Basilicata en 2017.
